Con 900 asistentes entre dueños, CEOs y altos ejecutivos de la industria petrolera en todas sus versiones en medio de una estricta vigilancia en el Alvear Icon de Puerto Madero, el vice ministro de Energía Daniel González envió una señal clara a los empresarios: las obras de infraestructura, que son el gran cuello de botella, correrán por cuenta del capital privado.
González prometió el marco de respeto a las reglas y las tarifas que incentiven la inversión. Resaltó el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) donde precisamente integra el comité que define a quién se le otorga y que hoy maneja Enarsa. También enumeró las privatizaciones que se vienen: las represas hidroeléctricas y el 50% de Enarsa en Transener. Será realidad en 2026, aventuró.
De paso, advirtió que han cambiado las condiciones internacionales, con un crudo que pasó de los US$ 80 a los actuales US$ 68 por barril y que condiciona las decisiones, aunque aclaró que eso no pone en riesgo la balanza energética que pasó de un déficit de US$ 7.000 millones a un superávit de US$ 5.000 millones. “En este nuevo escenario Estados Unidos con 250 equipos, tienen un 15% menos operando”, soltó al recomendar flexibilidad.
Respecto de las tarifas resaltó que si antes los usuarios pagaban el 30%, hoy se hacen cargo del 80% en un escenario donde se priorizó la rebaja de los subsidios que del 2% del PBI se derrumbaron al 0,5% actual. “Las tarifas de distribuidoras y transportistas se mantienen en términos reales por la formula polinómica que acompaña la inflación de manera que se acercan a su costo real”.
En el inicio de la jornada, la presidenta de AmCham, Mariana Schoua, CEO de Aconcagua, advirtió sobre la necesidad de puentes entre los público y lo privado. “Competir no es solo tener recursos, es generar confianza, ofrecer estabilidad y construir condiciones para integrarnos a las cadenas de valor globales”, dijo en lo que se leyó como un aviso a la Casa Rosada.
Minutos antes en un diálogo entre Javier Martínez Alvarez, vice de Techint y Daniel Dreizzen, de Aleph consultores, se mencionó que la “política comprendió la oportunidad de Vaca Muerta y se hizo hincapié en la importancia de la energía disponible para el desarrollo industrial. “Estadios Unidos con el shale volvió a recuperar su industria automotriz”, señalaron. “No demos por seguro el desarrollo de Vaca Muerta, hay que cuidarlo”, dejó como fuerte mensaje Martínez Alvarez.
La otra noticia de la mañana fue el nuevo parque eólico, el número 13 de Genneia de capitales de EE.UU. y argentinos, en Mendoza. La novedad es que esa inversión de US$ 434 millones se concretó sin recurrir al RIGI. Pero Bernardo Andrews, CEO de Genneia, que termina el año con 15 parques solares, resaltó el cuello de botella para volcar esa energía a la red nacional.
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