Tras un sismo de magnitud 4,2 en la escala de Richter, la mina de cobre El Teniente —ubicada en la región de O’Higgins, al centro de Chile—, colapsó y cinco mineros quedaron atrapados. Además, el accidente provocó nueve heridos y un muerto. La explotación de la excavación depende de la minera estatal Codelco.
“Hasta ahora no pudimos comunicarnos con los mineros atrapados”, declaró Andrés Music, gerente de El Teniente. “Es posiblemente el evento más importante que tuvimos en la última década en este yacimiento”, agregó.
En el lugar trabajan al menos 100 rescatistas que saben la ubicación exacta de los trabajadores gracias a un sistema de localización. Según las autoridades de la empresa, “las próximas 48 horas son vitales”.
En 2010, otra mina chilena fue noticia mundial luego de que 33 trabajadores hayan quedado atrapados a 700 metros bajo tierra en el yacimiento San José. En aquel entonces, y después de más de veinte horas de trabajos de rescate, los mineros salieron sanos y salvos a la superficie tras estar 70 días encerrados.
“Estamos bien en el refugio los 33″, fue el mensaje que compartió el expresidente Sebastián Piñera ante los medios de comunicación como prueba de vida de los trabajadores atrapados.
Los mineros fueron rescatados gracias a una cápsula de acero, de unos 400 kilos y 53 centímetros de diámetro, pintada con los colores de la bandera chilena, blanco, azul y rojo. Bautizada como Fénix, en homenaje al ave mitológica que renace de sus cenizas, bajó primero a un rescatista y luego a un paramédico, los encargados de ayudar no solo a evaluar el estado de los mineros, sino a los mismos a ubicarse dentro del estrecho contenedor.