El director técnico rumano de Inter, Cristian Chivu, puede respirar aliviado tras el abrazo que quedó plasmado en una fotografía entre el capitán y goleador argentino Lautaro Martínez y el mediocampista turco Hakan Calhanoglu, que selló la paz entre dos integrantes del plantel nerazzurro, despejando la posibilidad de una crisis interna. “Cuando el capitán regrese, voy a abrazarlo”, anticipó hace un par de días Calhanoglu al confirmar su continuidad en el club frente a los rumores de su alejamiento y luego del entredicho que mantuvo a la distancia con Martínez, debido a una declaración del capitán después de la eliminación de Inter en el Mundial de Clubes.
La promesa del volante se concretó y quedó reflejada en la fotografía que el propio campeón mundial argentino publicó en la red social Instagram como para despejar cualquier duda. Así sepultó fantasmas acerca de un posible encono con su compañero, con quien se mostró sentado en un mismo diván en la víspera del inicio de la pretemporada del plantel en Appiano Gentile.
“Todo aclarado con Lautaro”, afirmó recientemente Calhanoglu al anunciar que se permanecería en Inter, con un mensaje en el que se decía feliz de hacerlo tras quedar superada aquella polémica que estalló cuando Martínez, con las pulsaciones al máximo tras la marginación del equipo en el Mundial de Clubes de Estados Unidos, decretada por un 0-2 a manos de Fluminense en la rueda de octavos de final, exigió: “El que no quiera estar, que se vaya”. Ese torneo no tuvo como protagonista al turco, debido a una lesión.
El argentino no mencionó en esa ocasión a quién se refería, pero el presidente del club, Giuseppe Marotta, confirmó luego públicamente que se trataba de Calhanoglu, que se dijo dolido por la declaración del capitán y elevó la apuesta al afirmar que “un verdadero líder es que el que se queda con sus compañeros, no el que busca culpables cuando es fácil hacerlo”.
Sin embargo, la sangre no llegó al río y ambos alcanzaron la paz. Una gran noticia para Chivu, que contará con dos jugadores vitales en un plantel que intentará recuperar la corona que le arrebató Napoli en el fútbol italiano y volver a pelear hasta las últimas instancias en la Champions League. Inter tendrá el deseo de tomarse revancha de aquella final europea que perdió por paliza (5-0) frente a Paris Saint-Germain, que a su vez fue vapuleado por Chelsea en la definición del Mundial.
El mediocampista explicó que no protagonizó ese certamen porque sufrió una lesión en la final de la Champions, cuando Inter era dirigido por Simone Inzaghi. “Decidí viajar con el resto del plantel a Estados Unidos de todos modos, sabiendo que no podía llegar a jugar”, puntualizó el turco. Y añadió: “Cada vez que se inicia un mercado de pases, se disparan los rumores, y esta vez más aun. Me llamé a silencio porque creí que era lo correcto y ahora me doy cuenta de por qué sigo siendo jugador de Inter”.
Eso sí: todavía no extendió su contrato con el club. “Veremos qué sucederá. Hoy mi objetivo es ganar títulos en Inter”.
Inzaghi fue el comando futbolístico durante los años en los que el conjunto italiano recobró la seriedad y compitió en lo alto tanto de su país como de Europa. Sin embargo, el director técnico sintió que su ciclo estaba cumplido al perder la final de la Champions.
Compacto de Inter 0 vs. Fluminense 2, en el Mundial
Antes de aquello, el combo que Inter arrastra desde enero. Apenas comenzado 2025 perdió la Supercopa de Italia contra nada menos que Milan, por 3-2. Ante el mismo rival cayó por la Copa Italia en una semifinal en abril, en la que –tras un empate en la ida– terminó goleado, por 3-0, en la revancha. Y, para colmo, se le escapó su estrella liguera número 21 cuando tenía todo servido: por encima de Napoli en la tabla, ganaba en la anteúltima jornada frente a Lazio como local, pero le empataron en la última jugada y el trofeo pasó a depender de los celestes, que no fallaron.
“Nos quedamos sin títulos y debemos empezar de nuevo de la mejor manera. Pido disculpas a la afición y a la gente que vino a acompañarnos”, contó en su momento Lautaro, capitán, figura y símbolo interista. Antes del entredicho con Calhanoglu, hoy dejado atrás.