El Indec dio a conocer el estimador mensual de actividad económica (EMAE) de febrero y registró una suba de 5,7% en la comparación interanual y de 0,8% respecto a enero en la medición desestacionalizada. A su vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió al alza su estimación inicial del 5% y estableció que la tasa de crecimiento para el país llegaría a 5,5% en 2025. A pesar de estas proyecciones, las pymes industriales y economistas alertan por un freno en la actividad debido al impacto que puede tener el nuevo esquema cambiario.
“Las exportaciones en marzo cayeron 2,5%, mientras que las importaciones crecieron un 38,6% interanual. El dólar se está apreciando y las importaciones se están facilitando. En este escenario, ¿Quién puede producir? Es una situación complicada la que estamos teniendo, donde vemos estancamiento en la producción manufacturera”, señaló a PERFIL el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato.
En relación a las exportaciones, en el tercer mes del año representaron USD 6.329 millones, una caída interanual del 2,5% que resultó la primera disminución de las exportaciones desde diciembre 2023. «Esta se explicó más que nada por la caída de las cantidades del 4,2%, morigerada por el incremento de los precios (1,8%)», señalaron desde Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).
“Entendemos que todos esperan buscar una baja en los costos de la producción, que somos caros en dólares, (pero) eso no lo estamos teniendo; estamos teniendo una situación que facilita justamente la no producción, facilita a que no produzcamos y busquemos comprar en el exterior. Todos no pueden hacer eso y, sin ninguna duda, eso va a traer problemas en la producción nacional y también una situación de suspensión y despidos que podremos ir viendo en los próximos meses”, alertó Rosato.
En cuanto al impacto del sector en el empleo, cabe recordar que la industria genera casi el 20% del total de los puestos de trabajo y, de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se posicionó como la segunda actividad económica que más sufrió la retracción en términos de trabajo. Según el análisis de CEPA, se extinguieron 27.676 empleos, una retracción de 2,3%. En total, fueron 124.010 empleos perdidos en la era Milei.
Por su parte, el economista y director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, remarcó a este medio que “las pymes ya venían con muchos problemas” y advirtió por la apreciación del tipo de cambio. “Esto afecta a todos los sectores que tienen una competencia con productos importados. Obviamente a los sectores que son menos competitivos, menos productivos, pero también a los sectores de mayor productividad de Argentina que se encuentran con problemas logísticos, tributarios, financieros y ahora cambiarios, que las sus empresas competidoras en otros países no tienen”.
“Eso eso impacta que diría de manera transversal a la industria en general, no impacta tanto, obviamente, en sectores de extracción primaria, o sea minería, hidrocarburos; la producción primaria agrícola no impacta tanto, porque son sectores que van a tener menos ganancia, pero van a subsistir”, agregó Kalos.
Incertidumbre en el tipo de cambio
Por otro lado, Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), alertó por la incertidumbre que genera la flotación del dólar y no saber exactamente en qué valor se asienta el tipo de cambio a la hora de la reposición de mercadería. “La pyme que compra materias primas y muchos insumos dolarizados más los servicios, no sabe cuánto va a ser en realidad el mercado de reposición. Y si le dan plazo tampoco sabe cuánto va a pagar el dólar en el momento que tenga que acreditarse en el plazo que consiguió, si consiguió 30 días o 60 días en la mercadería, como está dolarizada es con el tipo de cambio del dia del deposito en efectivo que se hizo del pago, no el día que diste el cheque, con lo cual ahí tenemos este gran problema”, expresó a PERFIL.
“Y después tenes la duda en la inversión, en la generación de nuevos productos, de empleo, en los riesgos que se quiera tomar. La banda es de un 40%, es altísima. Si todos vamos a tomar con costos altos, si todos nos vamos a cubrir vamos a tener precios no competitivos para el mercado interno, esto va hacer que con la facilitación de las importaciones que se están dando tengamos que competir de una manera bastante incierta. Entonces, no nos podemos arriesgar a levantar los costos pensando en un tipo de cambio alto porque entonces si vamos a tener perjuicios en la colocación de nuestros productos”, añadió el presidente de CGERA.
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El carry trade
En tanto, el economista Haroldo Montagu sostuvo, en diálogo con este medio, que “este esquema cambiario” y “macroeconómico en general” tiene un impacto negativo en la actividad económica”. El director de la consultora Vectorial se refirió al incentivo que hay para hacer carry trade, en un contexto de apreciación cambiaria, sumado a tasa de interés que ronda el 34/40% anual; lo cual desalienta la inversión.
“¿Cuál es el la TIR, cuáles son los rendimientos que debería dar una inversión en la economía real para igualar la tasa de apreciación más interés que ofrece el mercado. ¿Por qué un inversor hundiría capital vía RIGI, por ejemplo, cuando tiene asegurado un 40 y pico por ciento de rendimiento solo por invertir en dólares a corto plazo”, apuntó Montagu.
Y agregó: “Entonces, me parece que hay un esquema perjudicial para la actividad económica que se va a ver en el aumento del carry trade, aumento de las importaciones, desaliento a la producción local de bienes y a favor díganos del reemplazo por bienes importados. Eso va a repercutir negativamente en la actividad en términos de empleo, en términos de ingresos”.
El viceministro de Economía sostuvo que el dato del EMAE de este martes “es básicamente un rebote de la actividad económica después de un primer semestre muy malo que tuvo la economía durante el 2024”. A su vez, recordó que el año pasado dejó un arrastre estadístico para todo 2025 del 3,2%.
“Me parece que con este esquema lo que vamos a ver es un rebote y arrastre del año pasado más que un crecimiento genuino”, concluyó Montagu.
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El posible impacto en la inflación y el consumo
Desde la consultora Abeceb, que dirige el exministro de Producción Dante Sica, sostienen que el impacto del nuevo esquema cambiario dependerá de donde se asiente el dólar. “En el corto plazo lo que más importa es dónde se ubica el tipo de cambio, la brecha y sí eso gatilla o no una aceleración de la inflación, por ende, un impacto en los salarios reales en la masa de la masa salarial asignada al consumo”, subrayó a este medio Elisabet Bacigalupo, economista y responsable del análisis macroeconómico de Abeceb. “Pero no lo vemos como un impacto que nos lleve a una revisión sustancial de las proyecciones del PBI del año», aclaró.
Cabe recordar que el consumo masivo no repunta: cayó 5,4% interanual en marzo y encadena 16 meses consecutivos a la baja, de acuerdo a cálculos de la consultora Scentia.
La proyección del FMI
El Fondo Monetario Internacional redujo en medio punto su previsión de aumento del producto bruto mundial para el año en curso, a 2,8% en su último World Economic Outlook que se dio a conocer este martes, en medio de las Reuniones de Primavera que el organismo encabeza desde ayer con el Banco Mundial.
En cambio, para la Argentina el organismo multilateral corrigió al alza su estimación inicial del 5% y estableció que la tasa de crecimiento para el país llegaría a 5,5% en 2025, pero recortó medio punto a la expectativa que tenía para el 2026, al 4,5%.
GM-AM