En una propiedad en el corazón de Villa Crespo, un grupo de jóvenes artistas moldeó el género que revolucionaría la música urbana en Argentina. Mauro Ezequiel Lombardo, Alejo Nahuel Acosta y Sebastián Chinellato, más conocidos como Duki, YSY A y Neo Pistea, el trío “Modo Diablo”, hicieron de la casa ubicada en Antezana 247 su epicentro creativo.
Aquel lugar, allá por el 2017, que durante apenas ocho meses fue su refugio, terminó convirtiéndose en un santuario para los fanáticos del trap. Su fachada, marcada con grafitis y firmas de todos los que se acercan al lugar, es testimonio vivo de su impacto en la cultura urbana.
Cabe destacar que la propiedad tomó principal protagonismo cuando YSY A compuso un álbum llamado “Antezana 247″, pero también fue el escenario que utilizó Duki para grabar el videoclip de la canción “Rockstar”.
Ahora, esta particular casa cargada de historia musical tiene un nuevo inquilino y un nuevo propósito, pero mantiene su espíritu. Martín es empresario industrial y hoy su nuevo “dueño”, quien, al verla disponible, decidió alquilarla sin un plan definido, pero con la certeza de que quería hacer algo especial.
Luego de tener diversas ideas, se quedó con la que más se asemejaba al lugar y lo convertirá en un semillero de artistas. Junto al periodista y conductor Nicolás Cajg, popularmente conocido como Cayetano, buscará que “La Mansión” mantenga su esencia: ser cuna de nuevos talentos.
La iniciativa es clara: hacer un casting para descubrir a la próxima gran voz del trap argentino. “Queremos que la gente genere proyectos, y eso es lo que pensamos hacer acá”, comenta Martín. Los seleccionados participarán en una radio streaming instalada en el quincho de la casa, el mismo espacio donde Duki, YSY A y Neo Pistea grababan sus canciones. Además, se construirá un estudio musical para que los artistas emergentes puedan desarrollar su talento.
Pero las ideas no terminan allí. En un futuro, Martín sueña con producir una serie donde la protagonista sea la propia casa. “Me gustaría contar la historia desde el lado de ”La Mansión», pero por ahora es solo una idea que ronda en mi cabeza”, confiesa.
La historia de Antezana 247 es tan caótica como fascinante. Alejandro Farache, uno de sus dueños, recuerda cuando en 2017 alquiló la casa sin saber que se convertiría en el epicentro del trap argentino. “No conocíamos al trío. Con el tiempo nos dimos cuenta de quiénes eran”, cuenta.
La casa quedó en un estado lamentable una vez que se fueron: “Entre las fiestas y la cantidad de gente que entraba y salía, se volvió inhabitable”. Años después, al reingresar a la propiedad, se encontró con un estudio de tatuajes en el sótano y un estudio de grabación en el quincho. “No había ni un metro cuadrado sin usar”, recuerda.
A pesar de todo, La Mansión se mantuvo en pie y hoy renace con un nuevo propósito. Ubicada en un barrio que combina lo tradicional con lo moderno, en un entorno repleto de bares, galerías de arte y espacios musicales, Antezana 247 sigue siendo un faro para los amantes del trap.
¿Cómo es la casa del trap argentino por dentro?
La propiedad, de 630 m² construidos, incluye 10 ambientes, distribuidos en dos plantas, con cuatro dormitorios, en dos de ellos se observan grafitis del trío “Modo Diablo» y fotos de su estadía en el lugar; dos baños completos, dos toilettes, y una cochera. “Decidimos darle un enfoque más comercial para encontrar la forma de capitalizar esa cantidad de gente que se acerca al lugar y poder generar un negocio que gire en torno a esa mística”, explica Martín Pinus, dueño de la inmobiliaria homónima que alquiló el inmueble.
“La característica principal de este lugar es la cantidad de gente que se acerca todos los días a la puerta, que es justamente ese público fanático de los tres artistas que pasaron por allí y del trap argentino en general”, agrega Ramiro Rodriguez Melgarejo, bróker de Martin Pinus Real Estate. El furor por la casa es tal que “a solo pocas horas de publicarla, ya tuvieron varias consultas”, cuenta.
Con más de 50 años de antigüedad, esta casona porteña conserva un encanto particular que la hace única. Su planta baja, de casi 60 m², es un amplio salón iluminado por grandes ventanales que dan acceso a un jardín exterior y un quincho privado. En el centro del living, una escalera de mármol sube a un entrepiso que puede ser utilizado como escritorio o sala de estar. Además, justo al lado del salón de estar y comedor, se encuentra una espaciosa cocina con comedor diario, dos baños, un garaje y un sótano que ofrece espacio de almacenamiento adicional.
En la planta alta se encuentran el dormitorio principal en suite ubicado al frente de la propiedad, y otro dormitorio con balcón terraza, también con vista a la calle. Las otras dos habitaciones están orientadas hacia el jardín en la parte trasera. Uno de estos cuatros cuenta con un espacio adicional que puede ser utilizado como escritorio o incluso como quinta habitación. En el techo se puede acceder a una amplia terraza transitable de 50 m² descubierta con vistas al jardín.
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