Horacio Rodríguez Larreta ha vuelto al escenario político con un perfil renovado y, para muchos, sorprendente. Su reciente aparición en el programa de Gustavo Sylvestre en C5N dejó en claro su intención de despegarse del PRO tradicional y construir un camino propio, incluso con gestos hacia sectores que históricamente fueron sus adversarios.
Uno de los ejes centrales de su discurso fue la crisis de identidad del PRO, un espacio que, según sus palabras, «hoy no sé bien qué es». Esta declaración no es menor viniendo de quien fuera una de sus figuras más relevantes en los últimos años y que incluso disputó la interna presidencial con Patricia Bullrich en 2023. La referencia a la confusión ideológica del PRO no solo apunta a la pérdida de liderazgo dentro del espacio, sino también a su vinculación con el gobierno de Javier Milei, al que Larreta no duda en cuestionar duramente.
El distanciamiento con el PRO no es nuevo, pero ahora Larreta busca capitalizarlo políticamente. Su rechazo a la «estafa cripto» vinculada a Milei y su crítica a la complicidad del PRO con el actual presidente son señales claras de que pretende diferenciarse de la derecha más dura. En este contexto, el apoyo de algunos de sus referentes a Axel Kicillof en su disputa con Milei refuerza la idea de que Larreta está explorando un nuevo electorado, más cercano al progresismo.
El reacomodamiento de Larreta no es improvisado. Con Martín Lousteau y Leandro Santoro como figuras dentro de su órbita política, el ex jefe de Gobierno porteño intenta posicionarse en un espacio de centro progresista que le permita captar votos tanto de un sector desencantado del PRO como de un peronismo no alineado con el kirchnerismo más duro. En esta estrategia, el desgaste del gobierno libertario y el rol de Kicillof como principal opositor parecen ser piezas clave.
El alineamiento de parte del larretismo con Kicillof quedó expuesto en redes sociales. Pablo Avelluto, exministro de Cultura y una de las voces más críticas de Milei dentro del exoficialismo, tuiteó: «Tengo y tuve grandes diferencias con el gobernador @Kicillofok. Pero ante este nuevo atropello antidemocrático y autoritario del presidente me solidarizo con su gobierno y los bonaerenses. La defensa de la democracia y el respeto a la Constitución debe ser una causa de todos.»
A su vez, Daniel Lipovetzky, exdiputado provincial y nacional del PRO, también respaldó la postura de Larreta y Kicillof, dejando en claro su rechazo al rumbo tomado por su partido: «Con Horacio coincidimos en que fue un grandísimo error del PRO ser un socio no querido de Milei. Nosotros fuimos críticos desde el primer momento y hoy vemos tristemente al PRO en una situación muy complicada porque no se sabe muy bien cuál es la dirección política.»
Lipovetzky también manifestó su apoyo explícito a Kicillof frente a los embates del gobierno libertario, reafirmando su postura en redes sociales: «Si la incompetencia fuera causal de renuncia, el primero que debería renunciar es Milei. Más allá de mis diferencias con la gestión de @Kicillofok, la carta del Presidente es inadmisible. Es un ataque al sistema republicano y federal. Me solidarizo con el gobernador y con todos mis coprovincianos!»
Este tipo de gestos marcan un punto de inflexión en la relación entre ciertos sectores de Juntos por el Cambio y el kirchnerismo, reflejando una nueva reconfiguración del tablero político.
por R.N.