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La baja del crawling peg por ahora no ayuda a bajar la inflación

Según las principales consultoras que miden la evolución de los precios en forma semanal, la inflación de este mes será más elevada que la de enero, que había sido del 2,2 por ciento.

Eco Go, la consultora dirigida por Marina dal Poggetto y Sebastián Menescaldi, elevó su proyección de inflación para este mes al 2,7%. LCG (Javier Okseniuk) espera un IPC del 2,5% mientras que Analytica (Ricardo Delgado) estima un 2,4%. Lo mismo que Equilibra (Martín Rapetti).

Se trata de un mal comienzo del flamante esquema cambiario, que debutó este mes: la devaluación mensual corre al 1%, la mitad que lo hacía hasta finales de enero.

Justamente, el Gobierno impulsó esa reducción a la espera de una baja de la dinámica inflacionaria, algo que no se observará en el mes del debut.

Por qué sube la inflación, pese a la baja en el ritmo de devaluación

Para todas las consultoras, la suba de la carne vacuna fue clave a la hora de analizar el despegue de la inflación. De hecho, para Eco Go, el incremento de los alimentos será del 3,5% este mes, el doble que el mes anterior.

Hay otra clave: ese aumento de la carne vacuna se trasladó a la carne aviar, que también está llegando con ajustes a las granjas de barrio y a los supermercados.

También hay una tendencia al alza en el caso de los huevos y en los aceites. Dos rubros que ya habían mostrado presiones alcistas en meses anteriores.

No es una cuestión exclusiva del sector alimenticio. Según los monitoreos, se están adelantando para este mes algunos ajustes estacionales del rubro educativo. Al que se suma el ajuste del transporte público en la CABA.

Aumenta el precio de la carne: alerta en el Gobierno

Fuentes oficiales consultadas por iProfesional no mostraron preocupación por esta cuestión. Creen que no puede hablarse de una tendencia de fondo.

Eso sí: hay alerta en el equipo económico, a la espera del impacto de las últimas subas en las carnicerías. En algunas ocasiones, los aumentos en las carnes funcionan como el inicio de ajustes en el resto de los alimentos.

«En muchos casos es un movimiento irracional, como cuando sube el dólar blue y eso impacta inmediatamente en las góndolas», dice a iProfesional un miembro del equipo oficial.

Está claro que los precios de los alimentos resultan clave para la Casa Rosada durante el año electoral, y la necesidad de que los ingresos de la población le ganen a la inflación a lo largo del año.

¿Cuándo llegará la inflación mensual al 1%?

El diagnóstico está más que claro: el Gobierno necesita que la inflación baje de los niveles actuales a lo más cerca del 1 por ciento.

Si no lo logra, entonces la visión del mercado financiero sobre el atraso cambiario va a empeorar. Y, posiblemente, las cuentas externas también se agravarán.

La visión de algunos economistas que siguen de cerca la dinámica inflacionaria confronta con la expectativa de Javier Milei.

«Al Gobierno le va a costar bajar el índice de precios al 1,5 por ciento. Costó que el IPC disminuyera del 4% al 2%, y ahora muy probablemente pase lo mismo. No es fácil lograrlo a pesar de la baja del ‘crawling peg'», argumenta Menescaldi, economista jefe de Eco Go.

«Yo creo que recién lo podrían lograr hacia el tercer trimestre. Bajar la inflación de estos niveles va a tardar», insiste Menescaldi.

Dólar y reservas, bajo la lupa

El atraso cambiario puede ser contraproducente a la hora de la acumulación de las reservas del Banco Central.

El último reporte de la consultora PPI (Portfolio Personal Inversiones) detectó que, pese a la rebaja de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, no se notó un repunte en la liquidación de la cosecha.

Según Salvador Di Stéfano, consultora especializado en temas agro, esa conducta de los chacareros se debe a que esperan una mejora en el precio de la soja. Y que por eso no están dispuestos a vender el producto embalado en las silobolsas a las cerealeras exportadoras.

«¿Qué hay detrás de las abultadas compras del BCRA en febrero? Un aumento en la oferta financiera, que más que compensa el déficit de cuenta corriente de todos los sectores, excluyendo al agro», reseñó el último informe de PPI.

Para reforzar la llegada de divisas, el BCRA acaba de lanzar una medida que facilita el otorgamiento de créditos en dólares por parte de los bancos.

Está claro que la apuesta principal es conseguir dólares por el canal financiero, a la espera de un acuerdo de base con el FMI. Algo que recién podría suceder después de las elecciones.

La gran pregunta, en todo caso, refiere a cuál será la actitud de los inversores financieros en caso de que, efectivamente, se constate un escenario donde al Gobierno le cuesta bajar la inflación.

¿Se adelantará el mercado a una «solución de fondo» después de octubre? Hoy en día, esa respuesta parece lejana. Y para nada clara.

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