Este 2024 que se despide habrá dejado atrás una separación histórica. Separación en buenos términos. O mejor decirle bifurcación de caminos. Se trata del adiós del binomio Lewis Hamilton-Mercedes, una pareja que costará dividir de la retina y de las neuronas al ver, hablar y sentir: en sus 12 temporadas juntos, el piloto inglés y la escudería alemana se convirtieron en la mejor dupla sobre ruedas de la historia, con momentos inolvidables para la Fórmula 1 y con estadísticas que repasaremos en esta nota a modo de consuelo porque es hora de decir adiós.
Hamilton ya había conquistado su primer título de la máxima categoría del automovilismo mundial cuando arribó a Mercedes en 2013. El piloto británico llegaba con una promesa concreta desde McLaren, donde había debutado, acumulado la experiencia de seis temporadas en el Gran Circo y conquistado su primer título en 2008. Cuando aterrizó en la escudería alemana, aquel Hamilton de 28 años seguramente no imaginaba –quién podría hacerlo– la magnitud de lo conquistado junto a su nuevo hogar de la Fórmula 1: el astro del manejo se consagró seis veces subido a una «Flecha de Plata» –el nombre por el que son conocidos en el automovilismo los monoplazas de Mercedes– hasta igualar al titánico Michael Schumacher, el legendario y (hasta entonces solitario) heptacampeón.
La web oficial del equipo alemán le dijo adiós a Hamilton con su estilo propio: con la contundencia de las estadísticas con las que el nacido en Stevenage, Inglaterra, puso a Mercedes a discutir en la mesa de los grandes. Una discusión que le hizo dar un salto de calidad en un tiempo histórico definitivamente corto. Y es que solo dos escuderías superan a Mercedes (que tiene 8) en campeonatos de pilotos obtenidos en la tabla histórica: con 15 Ferrari, en la Fórmula 1 desde 1950 y con pocas ausencias, y con 12 McLaren, que el año próximo cumplirá seis décadas en la máxima, con 970 carreras corridas en su historia hasta hoy. La mano de Hamilton se explica aquí: tanto Ferrari como McLaren (al menos) triplican a Mercedes con sus participaciones en el Gran Circo, luego de que la escudería alemana compitiera inicialmente entre 1954 y 1955 (los dos años que campeonó allí Juan Manuel Fangio) y luego no volviera a hacerlo hasta el año 2010, tres años antes de que el británico llegara para engrosar sus estadísticas de un modo infernal.
De las 317 carreras corridas que Mercedes tiene en su haber a lo largo de toda su historia –según el sitio motorsportstats.com–, 246 fueron junto a Hamilton y de esas, 84 fueron victorias para el inglés. La primera, en el Gran Premio de Hungría de 2013, marcaría el inicio de un récord histórico que el piloto mantiene desde el Gran Premio de Australia de 2022, cuando superó a Schumacher en el mayor número de largadas con el mismo constructor.
Ningún piloto ha ganado más títulos (2014, 2015, 2017, 2018, 2019 y 2020) y carreras con el mismo equipo que Hamilton. Con un asterisco dorado: sus 105 victorias, ese récord que parece imbatible (Schumacher es quien lo secunda, con 91), las logró todas con el mismo motor: Mercedes. Y es que durante las seis temporadas del británico en McLaren, la escudería inglesa tenía contrato con la fábrica alemana para la provisión de sus motores. Aquella singularidad, la de haber ganado siempre con el mismo fuego (Fangio, por caso, fue campeón con cuatro motores distintos: Alfa Romeo, Maserati, Mercedes y Ferrari), será sin dudas una rareza y un récord prácticamente imposible de alcanzar. Lo mismo sucede con sus podios, otra estadística cuyo récord posee: de las 202 veces en las que estuvo entre las primeras tres posiciones, fueron 153 aquellas en las que lo logró junto a Mercedes.
Finalmente, el dato que quizás más extrañarán en Alemania: de los 4.862,5 puntos que Hamilton lleva cosechados en la Fórmula Uno, 3.949,5 fueron junto a su actual equipo, otro récord de un piloto en una misma escudería y la base que sostiene esos ocho títulos consecutivos del campeonato de constructores (2014-2021) que consolidaron, prácticamente en un abrir y cerrar de ojos de la Historia, como se dijo más arriba, a Mercedes como uno de los equipos más exitosos del deporte de todos los tiempos.
Entre esos puntos, hay algunos que fueron especiales el último año. El primero: la victoria en el Gran Premio de Gran Bretaña, justamente en su tierra, le devolvió a Hamilton la sonrisa de volver a ganar luego de dos temporadas sin triunfos. Pasaron 945 días (2 años, 7 meses, y 2 días) hasta su triunfo en Silverstone en 2024. Su última celebración había sido en la temporada 2021 (en el estreno del GP de Arabia Saudita), en la cual el británico y el neerlandés Max Verstappen pelearon cabeza a cabeza y definieron todo en la última fecha del calendario –en Abu Dhabi, a donde llegaron igualados en puntos–, en donde terminó imponiéndose el hombre de Red Bull en un controversial final que le arrebató a Hamilton el octavo título soñado.
Tras el triunfo en Silverstone de este año, el piloto de Mercedes repetiría en Bélgica, dos fechas más tarde, el 28 de julio de 2024, consagrando ese día su última victoria junto a la escudería alemana. Luego de dos años sin festejos, volver a ganar fue sin dudas parte del final que esta historia conjunta de amor sobre ruedas se merecía.
«Estaré eternamente agradecido por el increíble apoyo de mi familia Mercedes, especialmente de Toto (Wolff, director del equipo) por su amistad y liderazgo. Quiero terminar en lo alto, juntos. Estoy completamente comprometido en hacer de mi último año con las ‘Flechas Plateadas’ uno para recordar», expresó Hamilton apenas se supo que en 2025 dejaría la escudería alemana. «Estoy tan orgulloso de lo que logramos juntos… Mercedes ha sido parte de mi vida desde que tengo 13 años. Es un lugar en el que he crecido, así que tomar la decisión de irme fue una de las decisiones más difíciles que he tenido que afrontar«, agregó el heptacampeón anticipando su despedida. Y su amigo, Toto Wolff, le respondió: «En términos de pareja equipo-piloto, nuestra relación con Lewis ha sido la más exitosa que el deporte ha visto, y eso es algo que podemos mirar hacia atrás con orgullo. Lewis será siempre una parte importante de la historia de Mercedes».
Sus máximas alegrías deportivas. Sus números inigualables. Su paso a la Historia. Pero también su esencia. Su identidad. Su lucha contra el racismo, esa que lo convirtió en emblema del movimiento #BlackLivesMatter en el deporte: fue él quien promovió la rodilla contra el suelo en la previa de las carreras de la temporada 2020, cuando fue asesinado el afroestadounidense George Floyd; quien enarbola el puño en alto cada vez que puede; quien pidió en un podio el arresto de los policías que mataron a la también afroestadounidense Breonna Taylor; quien le hizo dibujar a su cuerpo el significativo gesto de la película «Pantera Negra», en homenaje a Chadwick Boseman, el actor que encarnó el significativo superhéroe africano. Fue Hamilton el hombre que alzó la voz y criticó a la máxima categoría del automovilismo y a cada quien que «permanece en silencio» en «un deporte dominado por los blancos». Esa faceta de Hamilton -en la que abrió su corazón- también se reveló en sus años junto a Mercedes.
Es hora. Tiempo de despedirse: esta historia llegó a su final. Pero no teman, nostálgicos y nostálgicas que ya empiezan a ver empañados sus ojos por la despedida de la mejor pareja de la Fórmula 1. Hay una buena noticia: Lewis Hamilton seguirá compitiendo. La leyenda viva del automovilismo mundial solo se mudará a Ferrari. Nuestros ojos seguirán siendo testigos de su destreza, de sus récords, de sus luchas por visibilizar las injusticias, también esas que habitan la categoría máxima del deporte motor. Hamilton cumplirá 40 años cuando inicie la temporada 2025, los fanáticos de Mercedes lo extrañarán al verlo rodar en un monoplaza rojo, pero quienes aman el Gran Circo seguirán disfrutando de verlo en acción y hasta quizás, un día, se den cuenta de la dicha de compartir con él este presente histórico, uno que los unió en tiempo y espacio con uno de los pilotos más grandes de todos los tiempos.