Luego de que un grupo de rebeldes sirios afirmara que tomó el control de la ciudad de Damasco en una ofensiva relámpago y anunciaran que el presidente Bashar Al-Assad se fue del país, el primer ministro de Siria, Mohamed al Jalali, afirmó que está “listo para cooperar” con la dirigencia que elija el pueblo y con cualquier transferencia de mando que amerite la situación. El golpe de los insurgentes conllevaría el fin de la hegemonía de la familia Assad, que ostentaba el poder desde hace cinco décadas.
“Este país puede ser un país normal que construye relaciones con sus vecinos y el mundo, pero esto depende de la dirigencia electa por el pueblo sirio. Estamos listos para cooperar (con la dirigencia) y ofrecer todas las facilidades posibles”, declaró Jalali en un discurso transmitido en su cuenta de Facebook.
En tanto, el comando del ejército sirio informó a sus oficiales que el gobierno de al-Assad terminó luego de una ofensiva relámpago rebelde, según dijo a Reuters un oficial de la Fuerza Armada.
Las declaraciones de al Jalali se dan horas después del ingreso a la ciudad capital de los grupos rebeldes sirios, quienes luego aseguraron que el presidente Bashar Al-Assad había huido.
“Declaramos a Damasco libre del tirano Bashar Al-Assad”, expresaron a través de un comunicado, según publicó The Guardian. La afirmación fue respaldada por el director del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, Rami Abdurrahman, quien dijo que el mandatario salió de los límites nacionales “hacia un lugar desconocido por vía aérea en las primeras horas del domingo”.
En este contexto, los rebeldes insistieron en que Damasco “ahora estaba libre de Assad”. Con este escenario, miles de personas se congregaron en la plaza principal de Damasco saludando y cantando “Libertad”, de acuerdo al relato de los testigos.
En el transcurso de este sábado, el gobierno había negado haberse retirado y desmintió que al-Assad hubiese abandonado esa ciudad en horas de la tarde. Sin embargo, horas después esas versiones se volvieron una realidad.
En apenas una semana, resumió la BBC, las fuerzas rebeldes sirias lograron controlar Alepo y Hama, en el norte del país, y Deraa, en el sur, mientras este sábado aseguraron tener bajo su poder el enclave estratégico de Homs, que une la Damasco con el norte y la costa mediterránea.
En la madrugada del domingo, hora local, empezaron a circular en las redes sociales videos en los que aparentemente se ve a los combatientes rebeldes por las calles de Damasco y a decenas de personas celebrando.
En paralelo, los rebeldes aseguraron haber liberado a los presos “de la infame prisión de Sednaya”, que Amnistía Internacional describió en 2017 como un “matadero humano” en un informe en el que aseguraba que entre 5000 y 13.000 personas fueron torturadas y ejecutadas en secreto durante los primeros cinco años de guerra civil”.
La de este sábado fue la primera vez que las fuerzas de oposición alcanzaron Damasco desde 2018, momento en que las tropas sirias recapturaron áreas en las afueras de la capital después de un asedio de varios años.
Con información de AFP, Reuters y AP.
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