InicioDeportesTrump, una solución que trae nuevos problemas para Milei

Trump, una solución que trae nuevos problemas para Milei

“Cuenta la leyenda que en medio de una gran crisis económica un empresario fue a pedirle ayuda a John Pierpont Morgan (JP Morgan) quien lo escuchó unos minutos y le propuso seguir la conversación mientras caminaban por la calle. Al terminar la caminata el hombre le preguntó: – ¿Podrá ayudarme? – entonces JP Morgan respondió: -Ya lo ayudé- el hombre lo miró sorprendido, entonces JP Morgan agregó: –Todos nos vieron caminar juntos. Ahora no dudarán en refinanciar tus deudas”.

La historia la relató esta semana el expresidente del Banco Central, Guido Sandleris, en su cuenta de X. Como buen docente, el economista encontró en esa historia simple la mejor explicación para graficar lo sucedido esta semana con el auxilio de los Estados Unidos donde, por ahora, sin poner un solo dólar, ayudó a mejorar la confianza en la economía argentina que estuvo nuevamente a poco de colapsar.

Así fue, los mercados reaccionaron favorablemente, bajaron considerablemente el dólar y el Riesgo País, incluso antes de que se conocieran las palabras del secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunciando que el Tesoro estadounidense “está actualmente en negociaciones con funcionarios argentinos para una línea de swap de US$20.000 millones con el Banco Central y otras medidas de ayuda y respaldo”. Solo dando indicios de que la ayuda va a estar. Milei fue a Nueva York a hablar en la ONU, lo hizo ante solo unas pocas decenas de personas, de las cuales siete eran parte de su delegación, mientras que el presidente del Brasil, Lula Da Silva lo hizo ante un auditorio lleno lo que muestra el escaso interés que hay en el mundo por el país y su presidente, pero consiguió el respaldo estratégico de su “admirado” Donald Trump, algo que remarca su rol de discípulo muy por encima de la pretenciosa figura de líder con que sus seguidores pretenden investirlo.

Es la tercera vez en menos de dos años de gobierno que Milei es salvado sobre la campana por actores externos para evitar el derrumbe de su plan económico. La primera fue en junio de 2024, cuando se llegó a un acuerdo con China para refinanciar el tramo activado del swap con ese país, por el cual tenía dos vencimientos pendientes que sumaban casi US$ 5000 millones. Hubo una gestión del embajador chino en la Argentina, Wei Wang, que dejó de lado los anuncios de campaña de Milei (cuando afirmó que “jamás” iba a tener relaciones comerciales “con la dictadura comunista de China”) y le dio una mano a la Argentina en momentos donde los mercados comenzaban a espantarse. El segundo salvataje fue realizado por el FMI, cuando este organismo anunció el 8 de abril pasado un acuerdo con la Argentina a nivel del equipo técnico para un préstamo de 20.000 millones de dólares, un oxígeno necesario para Milei en medio de turbulencias internacionales y domésticas. Y la tercera fue ésta, quizás la más dramática, y vino de la mano de los Estados Unidos, más precisamente de Donald Trump, que decidió cuidar el “patio trasero” de América del norte con el único aliado que le responde a ciegas en todo. Que, como dijimos, trajo tranquilidad en los mercados, una solución momentánea pero que abre una serie de problemas que el gobierno deberá saber administrar. Ayuda que, al parecer, está supeditada al resultado electoral del 26 de octubre.

Ese será el primer problema para Milei, enfrentar este tema durante la campaña, si bien lo hará con los mercados tranquilos y con expectativas positivas, más por el apoyo de EE.UU. que por mérito propio. Transitar una campaña electoral sin peligro de devaluación es un gran paso para el gobierno. Sin embargo, esto no será todo. Si el préstamo tiene formato Swap- un acuerdo financiero entre el Tesoro Federal y el Banco Central- en principio no debería pasar por el Congreso. No obstante, algunos abogados constitucionalistas ya alertaron que de tener algún tipo de condición -intereses, acuerdos de comercio, garantías con recursos naturales o regalías de explotación de éstas u otra prestación-, debería ser tratado en el Parlamento, algo que Milei y los suyos van a tratar de evitar. También el desgaste que tendrá en la campaña que la oposición le recuerde su alineamiento ciego con un personaje tan controversial como Trump, que enfrenta tres procesos penales (dos por su actuación en el intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020) y que ya fue condenado por delitos mayores en mayo de 2024, en Nueva York. Sirve como ejemplo lo sucedido en Brasil, donde Lula retomó el liderazgo en las encuestas luego de que Trump subiera los aranceles porque el Tribunal Superior de Justicia condenó a su amigo Jair Bolsonaro. Increíble que se castigue así a un país soberano por defender a un aliado que tuvo todas las garantías en el proceso. Pasó también en Canadá, donde el Partido Liberal del primer ministro Mark Carney ganó las elecciones luego de estar abajo en las encuestas, cuando en las mismas aparecieron las amenazas de anexión y la guerra comercial de Trump. Y en México, donde Claudia Sheinbaum Pardo, una científica defensora del cambio climático y de la Agenda 2030, subió en la consideración popular en la medida que se enfrentaba a Trump. Si bien México tiene una agenda muy particular con EE.UU., no es menor destacar que casi todos los candidatos que cuestionaron a Trump ganaron favores populares en sus electorados. ¿Pasará lo mismo en la Argentina?

El segundo problema para Milei está en Estados Unidos. Allí los demócratas no se sienten cómodos con su perfil nada diplomático y que se suele manejar más por emociones, aún si éstas deterioran su imagen de mandatario. Muchos recuerdan cuando el presidente argentino viajó a Florida a un encuentro de la extrema derecha norteamericana, el CPAC, y allí le dio su apoyo en plena campaña a Trump, algo que los estadounidenses no suelen ver con buenos ojos. Es decir, no cae nada bien que un presidente extranjero se pronuncie por un candidato ignorando a otro. Aquel encuentro fue interpretado como un intento de alinearse con un fenómeno global “antiwoke”, donde compartió escenario con figuras como el presidente salvadoreño Nayib Bukele y con Santiago Abascal, el líder del partido español de ultraderecha Vox.

Esta semana, apenas se conoció el apoyo de Trump a la Argentina, una política demócrata, Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, muy influyente dentro de su partido (donde ya se lanzó como precandidata a la presidencia con buenos números en las mediciones preliminares), criticó duramente el apoyo del titular de la Casa Blanca. “Primero, Trump nos hizo pagar precios más altos por el café y la carne para apoyar a un golpista convicto en Brasil (Jair Bolsonaro). Ahora quiere que los contribuyentes estadounidenses rescaten a su amigo Milei en la Argentina”, escribió en su cuenta personal de X, donde también hizo referencia a que se juega con el dinero de los estadounidenses para ayudar a que Milei gane una elección. Y agregó: “Trump debería dejar de aumentar los precios para los estadounidenses y de regalar nuestro dinero a sus amigos corruptos”, señalando esto como una advertencia para la política estadounidense, ya que Javier Milei y su hermana Karina aparecen vinculados en la Causa $LIBRA, investigada por la Justicia Federal de EEUU.

Otro problema será la relación que tendrá la Argentina con sus principales socios comerciales: Brasil y China. Si se cumple –tal como trascendió en estas horas- el pedido de Washington a la Argentina en el sentido de dejar de lado las relaciones comerciales y cancelar el swap con China, y el gigante asiático -que como recordábamos, ayudó a Milei el año pasado-, decide castigar con aranceles o cancelando importaciones a nuestro país, la pregunta se cae de madura: ¿dónde están hoy los mercados que reemplazarían al gigante asiático? Teniendo en cuenta la exportación hacia China de granos y de carne- sobre todo carne con hueso, de la cual que por cuestiones bromatológicas existen pocos mercados en el mundo- llevará mucho tiempo reacomodar las exportaciones. Claro, hasta noviembre no vamos saber cuáles serán las condiciones de Estados Unidos para ejecutar un salvataje que trajo tranquilidad pero que abrió muchos interrogantes.

Todo esto en un contexto económico adverso. Basta observar que, desde que asumió Milei, hay informes que mencionan del cierre de más de 15 mil empresas y la pérdida de 222.000 empleos registrados, la recesión aún no tocó fondo y el consumo se viene a pique. Y esto no lo solucionará Estados Unidos con su ayuda de acá al 26 de octubre, donde será difícil explicar la lógica de los mercados y la macroeconomía a una sociedad atrapada en su malestar crónico. Como decía el demócrata y escritor californiano Upton Sinclair: “Es difícil hacer que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda”.

Más noticias
Noticias Relacionadas