En un taller de la provincia de Hunan, en el centro de China, una profesora escribe con un pincel de tinta los caracteres de una escritura secreta inventada hace siglos por las mujeres. Se trata del nüshu, que literalmente significa «escritura de las mujeres» en chino, que se creó hace unos 400 años, en una época en la que las mujeres no tenían acceso a la educación y, por lo tanto, a la escritura.
Con este código secreto las mujeres podían comunicarse entre ellas a través de cartas, canciones o incluso bordados. Este lenguaje fue transmitido de generación en generación, de madres a hijas y ahora está recobrando fuerza en toda China, donde se le considera un símbolo de fuerza femenina.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Pan Shengwen, una estudiante de 21 años, explicó a AFP que el nüshu permite a las mujeres comunicarse con total seguridad. «Es como un tipo de santuario para nosotras», sostuvo. «Podemos expresar nuestros pensamientos, confiarnos entre hermanas, hablar de todo», explicó.
Comparado a los sinogramas, las palabras en nüshu son fonéticas, menos cuadradas, más finas y tienen forma de hojas de árbol. «Cuando escribimos, nuestra respiración debe ser pausada, para que el pincel se mantenga estable», aclaró.
Gustavo Cerati: un rockero que buscó influencias tanto en Morrissey como en Octavio Paz
En Xiaohongshu, una aplicación china similar a Instagram, el número de visualizaciones para la etiqueta «Nushu» alcanza los 72 millones. La mayoría son publicaciones de mujeres jóvenes que postean fotos de tatuajes u otras creaciones con esta antigua escritura.
He Jingying, otra estudiante, contó que fue su madre quien la inscribió en un curso de nüshu. Esta práctica, aseguró, le proporciona «una profunda sensación de serenidad». «Cuando toco el papel con el pincel, siento como una fuerza interior», agregó.
Mujeres unidas contra la injusticia
El nüshu refleja la vida de las mujeres del condado rural de Jiangyong, en la provincia de Hunan, según compartió Zhao Liming, profesora de la universidad Tsinghua de Pekín. Jiangyong era «una sociedad dominada por los hombres». «Las obras de estas mujeres eran un grito contra la injusticia«, afirmó.
Las palabras del nüshu se leen en un dialecto local, lo que complica su aprendizaje para los habitantes de otras regiones. Pero su elegancia y singularidad explican el renovado interés por esta escritura, evaluó la profesora He Yuejuan. «Los estudiantes de arte la aprecian particularmente«, señaló frente a su galería, donde vende joyas y chales adornados con inscripciones en nüshu.
He Yuejuan es una de las 12 «herederas» del nüshu reconocidas por el gobierno chino y ahora tiene derecho a enseñarlo. Cerca de un centenar de estudiantes asistieron a un taller de una semana organizado por las autoridades locales para promover el nüshu.
Tao Yuxi, un estudiante de animación 23 años, es uno de los pocos hombres que participa en el taller. Cuenta que quiere aprender el nüshu para encontrar inspiración en sus creaciones. Aunque fue creado para las mujeres, el nüshu, en su opinión, hace parte del patrimonio cultural nacional. «Todos deberíamos luchar para preservarlo, mujeres y hombres», opinó.
RB / EM