Miguel Ángel Russo decidió separar del plantel a ambos y a Cristian Lema, tres futbolistas que no venían siendo considerados y que, según el club, incurrieron en un acto de indisciplina.
-
Sigue el escándalo en Boca: Rojo discutió con Russo y fue marginado del plantel junto a otros jugadores
-
Colapinto y la crisis en Boca: qué dijo sobre el caótico momento
El Consejo de Fútbol de Boca, en el ojo de la tormenta
La crisis deportiva de Boca Juniors, profundizada tras la eliminación del Mundial de Clubes y una floja campaña local, sumó esta semana un nuevo capítulo con fuertes repercusiones puertas adentro: Miguel Ángel Russo decidió separar del plantel a Marcos Rojo, Marcelo Saracchi y Cristian Lema, tres futbolistas que no venían siendo considerados y que, según el club, incurrieron en un acto de indisciplina.
Todo comenzó cuando el utilero del equipo, siguiendo órdenes, les comunicó a los jugadores que no podían cambiarse con el grupo. “Tengo la orden de ponerles la ropa en otro vestuario porque no se van a cambiar con sus compañeros”, habría dicho, según relató el periodista Martín Arévalo.
Fuerte reclamo de Marcos Rojo y Marcelo Saracchi al Consejo de Fútbol de Boca: «Nos quieren limpiar»
Minutos después, Rojo y Saracchi fueron citados a una reunión con Raúl Cascini y Marcelo Delgado, del Consejo de Fútbol. Allí, recibieron el aviso formal de su separación. La reacción fue contundente. Rojo estalló: “Boca no gana un partido y los culpables somos nosotros. Ustedes se quieren limpiar con nosotros. Boca es un desastre. No jugamos a nada y ¿nosotros somos los culpables?”
Miguel Ángel Russo.png
Miguel Ángel Russo no tendrá en cuenta a Rojo, Lema y Saracchi.
@larubiad
Saracchi, por su parte, recordó: “Yo traje una oferta de Independiente, me boludearon una semana y el pase no se hizo”. La reunión terminó con una declaración desafiante de ambos: “Nos vamos a cambiar en el vestuario de Primera. Si nos quieren sacar, que venga Riquelme. Que dé la cara y arreglamos la salida”.
La decisión del cuerpo técnico y la reacción de los jugadores abren un nuevo foco de conflicto en un equipo que, además de problemas futbolísticos, ahora enfrenta una interna cada vez más expuesta.