Un médico se declaró culpable esta mañana en Los Angeles de vender ketamina a Matthew Perry semanas antes de su muerte por sobredosis.
Se trata del Dr. Salvador Plasencia, un médico californiano que estuvo en la corte con sus abogados y aceptó los cuatro cargos de distribución ilegal de ketamina, un anestésico con receta médica.
Plasencia es una de las cinco personas acusadas de la muerte de Perry a los 54 años. Presentó la declaración de culpabilidad ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos. en Los Ángeles y podría ser condenado hasta a 40 años de prisión, según la fiscalía.
La ketamina es un anestésico de acción corta con propiedades alucinógenas. En ocasiones se receta para tratar la depresión y la ansiedad, pero también es abusada por usuarios recreativos.
En un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía, Plasencia admitió haber inyectado ketamina a Perry en su domicilio y en un estacionamiento de Santa Mónica semanas antes de su muerte, y que hacerlo no tenía fines médicos legítimos.
Plasencia, quien dirigía una clínica de urgencias, obtuvo la ketamina de otro médico, Mark Chavez, de San Diego. Según documentos judiciales, Plasencia le envió un mensaje de texto a Chávez sobre Perry: «Me pregunto cuánto pagará este imbécil».
Chávez y otros dos coacusados ya se declararon culpables en el caso. Ninguno ha sido sentenciado aún.