A diferencia de otros tiempos, en los que los estudios de televisión sirvieron como escenario, también, para los grandes escándalos, este año las escaramuzas y los temas que sorprendieron y tuvieron en vilo durante semanas a los argentinos se desarrollaron en ámbitos privados pero rápidamente tomaron estado público.
Como si no hubiese sido suficiente con lo ocurrido en 2021, el escándalo protagonizado por Wanda Nara, su esposo Mauro Icardi y la China Suárez volvió a surgir con renovados bríos e inesperados giros. La misma semana en la conductora de Bake Off Argentina anunció su separación y “blanqueó” su largo romance con L-Gante, el delantero del Galatasaray sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y meniscos en la rodilla derecha durante un partido de la UEFA Europa League contra el Tottenham. La llegada del jugador a Buenos Aires coincidió con un viaje de placer de la empresaria y su nuevo novio a Brasil. Y ese mismo día comenzó la segunda parte de esta novela que ni siquiera Alberto Migré, Celia Alcántara, Nené Cascallar y Luis Gayo Paz se hubiesen atrevido a escribir en conjunto.
Acusaciones cruzadas, filtración de conversaciones privadas, juicios de divorcio abiertos en distintos países, denuncias por violencia de género, videos subidos sin consentimiento y la puja por determinar el lugar de residencia de las hijas en común, Francesca e Isabella, comenzaron a sucederse como si el fin del matrimonio hubiese destapado una Caja de Pandora. Y todo se volvió aun más difícil de comprender desde aquella noche en la que Suárez cenaba con sus amigas en el mismo restaurante en el que Icardi lo hacía con los suyos y llegaron Nara y su novio músico “por casualidad” y todo terminó en gritos y discusión (generosamente documentados).
Como ocurrió cuando estalló el escándalo, allá por 2021, Wanda eligió el programa de su amiga, la siempre condescendiente Susana Giménez, para contarle su versión de los (nuevos y viejos) hechos. “Se están diciendo un montón de cosas… La verdad que, a raíz de una situación, intentamos sacar la pareja adelante, pero hubo muchas situaciones muy difíciles de sobrellevar, siempre con el mismo fantasma. (…) Eso fue un quiebre. No me dejó traumada esta mujer. Fue todo lo que se generó alrededor. Esa noche estuvieron en un hotel donde yo había vivido dos meses. A mí me conocían todos ahí”, señaló la conductora y empresaria. “Tengo las reservas, tengo los mails, tengo los pagos… No fue solo una noche. Yo encontré chats, fotos, videos… Incluso yo tenía conversación con ella, hablábamos de nuestros maridos e hijos. No éramos amigas, pero nos saludábamos para nuestros cumpleaños”, le contó a la diva.
Sobre la dinámica con Icardi después de la infidelidad, agregó: “Estoy segura de que la culpa es del hombre. Mauro pagó un precio muy alto, la familia pagó…”. Sin embargo, los conflictos no terminaron allí. La empresaria relató episodios fuera de control que dificultaron su vida: “Con el tiempo tuvimos idas y vueltas. Yo me planté que quería viajar a la Argentina para trabajar y tener la libertad que no tenía. Me rebelé. Pero por momentos era: ‘Si te vas, no te llevás a los nenes’. Una vez me escondió los documentos y no pude venir. Hubo muchas de esas situaciones. En terapia me dijeron: ‘Vos naturalizás cosas que no están buenas’”.
La situación se volvió más compleja aún cuando, en pleno viaje idílico de Nara y L-Gante por Europa, la China Suárez confirmó en sus redes, a través de imágenes que compartió en la casa del futbolista, que, después de haber jurado y perjurado que nunca ocurriría, son protagonistas, nuevamente, de un fogoso romance. En 2021, en un extenso descargo, la actriz de Casi Ángeles había señalado: “Asumo mi inexperiencia, falta de entendimiento sobre mucho que seguramente deba aprender de ahora en más. Pero no voy a hacerme cargo por mí y por todas las mujeres que son juzgadas siempre, de las actitudes de conquistadores seriales que tienen aprendidas estos varones, y que después bien saben esconder”.
A pesar de continuo empeño en que su vida privada se desarrolle bien alejada de las cámaras y de la mirada indiscreta de la gente, cada tanto Luciano Castro es noticia por situaciones y hechos que nada tienen que ver con sus dotes actorales o sus proyectos artísticos. El primero de los escándalos ocurrió cuando aun estaba en pareja con la exmodelo Sabrina Rojas y, según ella contó a los medios, alguien había “hackeado” las redes sociales del actor y dejó mensajes dirigidos a él plagados de insultos y amenazas. Años después, ya separado, se filtraron imágenes que lo mostraban desnudo, generando un revuelo inusitado tanto en las redes como en los medios.
Luego llegó el promocionado romance con Flor Vigna y las incontables postales que los mostraban a ellos dos, a Rojas y su entonces novio Tucu López, y a los hijos de la expareja, Fausto y Esmeralda como una familia ensamblada civilizada y feliz. Pero este año, tras la ruptura con la exconcursante de Combate y el “Bailando por un sueño”, otra vez el nombre del protagonista de Valientes y Herederos de una venganza fue mencionado en portales y programas de chimentos. Una vez que Castro y Griselda Siciliani blanquearon su romance, tanto Vigna como Rojas estallaron de ira.
La primera en hacerlo fue Sabrina Rojas, quien aseguró que en su familia “Griselda nunca va a ser bienvenida”, debido a que ambas tienen una “historia previa”. “Cuando yo estaba embarazada, ella mensaje, mensaje, mensaje… Entonces bueno, después si pasó o no pasó algo, que supongo que sí… Ya eso no lo sé”, disparó en Pasó en América, el programa televisivo que conduce junto a Augusto “Tartu” Tartúfoli.
Unas semanas después Vigna reveló que el actor también le había sido infiel con la protagonista de Envidiosa. “A mí lo único que me dolió es la infidelidad, pero después él tuvo muchas cosas lindas para conmigo y le deseo lo mejor”, aseguró, con su benevolencia de siempre.
Ante las acusaciones, la actriz, lejos de esquivar a la prensa, se prestó una y otra vez a hablar sobre el tema. Sin ánimo de acrecentar el conflicto, pero con firmeza, aseguró que no guarda rencor hacia ninguna de ellas y que solo quiere que convivan en paz. “No opino de nadie, ni de nada que no tenga que ver con mi vida o el trabajo. Está todo bien con ella (Rojas). Para ser totalmente honesta, lo que realmente me pasa es que yo quiero que todos me quieran, incluso Sabrina”, expresó en conversación con LAM.
Sin embargo, días después, Sabrina apuntó de nuevo contra Griselda, lo que provocó que la actriz manifieste su enojo ante la prensa. “No escuché todo lo que dijo, pero estoy al tanto. Sabés que yo mucho no hablo sobre estas cosas de mi vida íntima, pero no quiero que vuelvan a sus hogares sin nota. Claro que me molesta. Me gustaría que no se hablara de mí en esos términos, pero es así… Es parte de tener una vida pública o de ser una actriz popular. Sé que siempre alguien puede hablar de mí y trato de entenderlo desde ese lugar”, comentó en diálogo con A la tarde (América TV).
Esta vez sí, Castro decidió ponerle el pecho a las balas mediáticas y, si bien su voz fue la última que sonó, se hizo escuchar: “Mi respaldo a Griselda va a través del amor que tengo hacia ella”.
Todo fue a lo grande. El pedido de casamiento, por parte de Roberto García Moritán, en una playa paradisíaca y una fiesta de bodas llena de famosos. La llegada de Ana, la heredera en común marcó un nuevo comienzo que parecía de ensueño.Todo, además, fue debidamente documentado, televisado y compartido en las redes sociales. Pampita Ardohain parecía haber logrado encaminar su vida sentimental con la misma suerte y el mismo empeño con el que condujo su carrera. Sin embargo, este año los rumores de infidelidades, crisis y ruptura, que comenzaron a sonar cada vez con más fuerza, terminaron siendo confirmados por los mismos protagonistas.
Además de señalar que su matrimonio estaba en crisis, las versiones indicaban que el entonces ministro de Desarrollo Económico de la ciudad de Buenos Aires tenía los días contados en su función. Todo se complicó aún más cuando trascendió una denuncia en su contra por más de 300 contrataciones en su cartera. Quizá como una estrategia para conservar su puesto o tal vez por pedido de la misma Pampita, que no quería quedar salpicada por otro escándalo, García Moritán recurrió a sus redes sociales para realizar su descargo por la acusación y aprovechó para confirmar su separación.
“Hace un tiempo ya que Carolina y yo nos hemos separado”, afirmó y aseguró que la decisión de dar por terminada la relación de pareja fue “difícil y dolorosa, como cualquier separación”. “Los movimientos en los hogares, las razones y los trámites pertenecen a nuestra intimidad y afectan directo a los menores, por este motivo les pido distancia de estos espacios y respeto”, exigió Moritán, después de que su ex también se enojara por los móviles de televisión que apostaron en el exterior de su casa.
“Es momento de dar por terminado este capítulo en lo privado y en lo público. De poner límite con mi palabra y hechos a calumnias y acusaciones”, indicó. Pero lejos de apaciguar las aguas, un dato de su descargo hizo que la propia Pampita saliera a desmentirlo. “Yo me enteré de todo el viernes 20 de septiembre. Y ese día me separé. No tuve ninguna separación antes de esa fecha”, aseguró la conductora y modelo, desestimando la versión dada a conocer por Moritán.
Pampita acompañó sus palabras con capturas de pantalla de conversaciones privadas con su entonces pareja en la que seguían refiriéndose el uno al otro como “mi amor” y “amor mío”. Inmediatamente, Pampita viajó a Chile por trabajo y, en su ausencia, la madre del empresario, Lucila Fernández Llanos, rompió el silencio. En diálogo con A la tarde, el programa que conduce Karina Mazzocco por América, la mujer indicó: “Me sorprendió la noticia de la separación. Roberto no está bien; se están aprovechando, lógicamente… Carolina es muy querida, y los periodistas lo único que quieren es destruirlo. ¿Por qué lo condenan? ¡No hay pruebas!”. Luego, disparó: “Ella no fue la que le puso el punto final a la relación“. Y agregó, con suspicacia: “Saquen ustedes sus propias conclusiones”.
Pampita no tardó en volver a apostar al amor, esta vez junto al polista Martín Pepa. Moritán, a su vez, terminó renunciando a su puesto en el gabinete de Jorge Macri y volvió a convertirse en noticia hace un par de semanas, cuando participó como invitado en el programa La Noche de Mirtha y fue cuestionado con firmeza por la conductora.
Temas
Conforme a los criterios de