El exoplaneta descubierto por la NASA que tiene una cola de gas
En un nuevo avance científico la NASA ha identificado características únicas en el exoplaneta WASP-69b, un gigante gaseoso conocido como «Júpiter caliente». Gracias a la intensa radiación de su estrella anfitriona, este cuerpo celeste expulsa gases en forma de una impresionante cola, similar a la de un cometa. Este hallazgo es clave para entender cómo interactúan los planetas con sus estrellas en otros sistemas solares.
El exoplaneta que descubrió la NASA y redefine la astronomía moderna
WASP-69b es un gigante gaseoso que orbita extremadamente cerca de su estrella, lo que provoca un proceso llamado fotoevaporación. La radiación estelar calienta las capas externas del planeta, expulsando gases ligeros como hidrógeno y helio hacia el espacio. Sin embargo, lo que hace único a WASP-69b es que estos gases, impulsados por vientos estelares, forman una cola que se extiende por más de 500.000 kilómetros, asemejándose a un cometa.
Este fenómeno fue captado por el telescopio Keck II, utilizando tecnología avanzada como el espectrógrafo NIRSPEC. Los expertos estiman que WASP-69b pierde aproximadamente 200.000 toneladas de gas por segundo, pero, a pesar de este ritmo, no corre riesgo de desintegrarse en el corto plazo. En sus 7.000 millones de años de vida, ha perdido una masa equivalente a siete veces la de la Tierra.
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Los detalles del descubrimiento del exoplaneta WASP-69b
WASP-69b pertenece a la categoría de los llamados «Júpiteres calientes», exoplanetas gaseosos que orbitan cerca de su estrella y son sometidos a una radiación extrema. Este descubrimiento ofrece pistas clave sobre cómo la radiación estelar afecta las atmósferas planetarias y cómo los exoplanetas pierden masa a lo largo del tiempo.
Uno de los aspectos más fascinantes del estudio es la evolución constante de la cola de gas. La intensidad del viento estelar puede alterar su forma y longitud, convirtiendo a WASP-69b en un laboratorio natural para investigar la dinámica de las atmósferas planetarias y las interacciones con las estrellas anfitrionas.
Este hallazgo no solo amplía nuestro conocimiento del universo, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la diversidad y resistencia de los exoplanetas en condiciones extremas. WASP-69b, con su impresionante cola de gas, es una prueba más de que el cosmos está lleno de sorpresas que desafían las teorías actuales y nos acercan un poco más a entender el funcionamiento de otros sistemas solares.
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