Tres viudas negras drogaron y robaron a turistas mexicanos en el barrio porteño de Palermo y, con sus celulares, intentaron estafar a familiares y amigos de las víctimas para que les transfieran dólares.
Las víctimas Diego, junto a su amigo Juan, se encontraban en un bar de la Ciudad donde conocieron a tres mujeres, con quienes comenzaron a charlar y a tomar algo, para luego volver a verse al día siguiente.
«Nosotros conocimos a estas muchachas el sábado, hace una semana, plática normal, no notamos ninguna señal extraña», comenzó relatando Diego a la señal A24 desde Tijuana, México, desde donde decidió contar lo sucedido, que además fue registrado en parte por cámaras de seguridad del edificio donde los turistas se alojaban sobre la calle Paraguay.
Según su relato, el diálogo -que se dio el fin de semana del sábado 7- comenzó con una charla sobre características de un país y otro. «Nos preguntaban y nosotros a ellas. No notamos ninguna anomalía, la plática fue completamente natural, casual«, dijo.
Esa primera noche, cada uno se fue a su casa, aunque una de las mujeres, que había hablado con Juan, la otra víctima, le dejó su número para un nuevo encuentro.
«El domingo decían que querían visitarnos, querían prepararnos comida argentina, pasta, etcétera, pero por alguna razón nos decían que no habían podido, entonces mejor que saliéramos a la noche», contó Diego que fue el siguiente contacto con las mujeres.
Se pusieron de acuerdo y los cinco se sentaron a beber algo en un bar de Plaza Serrano. Allí, las viudas negras cenaron, no así ellos, y los convencieron de ir al departamento donde Diego y Juan se alojaban. Previo paso por un kiosco donde las jóvenes compraron una bebida energizante y vodka, fueron al lugar alquilado.
Las cámaras de seguridad del edificio mostraron que es Juan quien ingresa con las mujeres, a las que invita a subir por las escaleras. Ellas llevaban consigo una bolsa de papel madera con restos de comida y, presumió Diego, la sustancia con la que los durmieron.
«Los taxis de aplicación llevan un máximo de 4 personas, por eso se ve que ellos llegaron primero», aclaró. Diego debió pedir otro auto.
Una vez en el departamento, los turistas querían tomar de la cerveza que ya tenían, pero las mujeres les insistieron con que tomen lo que ellas habían preparado en vasos que ellos les facilitaron.
Bailaron y Diego recordó que fueron alrededor de veinte canciones las que les hizo escuchar, ya que las mujeres así lo pidieron para bailar.
«Recuerdo una en particular y mi siguiente recuerdo es Juan despertándome«, dijo Diego, quien describió el hecho como «algo muy repentino».
El joven negó que haya estado ebrio y contó que no consumió «una gran cantidad de alcohol». «Ellas tomaron de uno de los vasos que no tenían la sustancia».
Contó además que les robaron los dos teléfonos celulares, pero no detalló sobre dinero u otros objetos de valor. Lo que sí relató fue que indagaron en los contactos y chats e intentaron emular sus maneras de escribir y dirigirse a ellos para solicitar transferencias de dinero.
«Contactaron a muchas personas, de mi teléfono y redes sociales pero afortunadamente ninguno les dio dinero«, dijo con tono de alivio.
Diego sospechó sobre la manera que pergeñaron las mujeres para desbloquear su artefacto, pero dijo no tener certeza de cómo fue: «Supongo que utilizaron el FaceID o me hicieron abrir los ojos o lo hicieron en algún punto que yo estaba drogado pero despierto».
Sin tiempo para realizar la denuncia, ya que debían volver a México, según contó la víctima, se esperanzaron con que exista «algún mecanismo» para hacerlo desde allí. «Nosotros solo queríamos conocer gente«, dijo el mexicano, apesadumbrado por el engaño vivido.
Según A24, el localizador de los aparatos los registró en la zona de La Matanza.
El pasado 8 de noviembre, personal de la Comisaría Vecinal 14A se acercó un edificio en Julián Álvarez al 2.500 por una denuncia de tres turistas también mexicanos que fueron víctimas de un robo, bajo la misma modalidad.
Según su relato, indicaron las autoridades, todo ocurrió cuando en un boliche conocieron a tres mujeres, con las cuales se dirigieron hacia el departamento de alquiler en el que se estaban alojando.
Allí bebieron alcohol y se quedaron dormidos. Al despertar, notaron el faltante de varios elementos, entre ellos dos celulares, una notebook, relojes, lentes, tarjetas de crédito y débito, pasaportes y 700 dólares.
La Fiscalía Criminal y Correccional Nº42 labró actuaciones por hurto.
DS