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La doble vida de un colectivero y mensajes violentos, detrás del femicidio en San Fernando

Fue el jueves que Damaris Iturres (20) subió una foto a sus redes sociales. Era DJ y se describía como «promotora de imagen» y «ex bailarina». Y esa imagen, ese video que subió en una historia de Instagram, fue lo último que se supo de ella.

Damaris tenía una hija que vivía con su abuelo y fue él quien empezó a llamarla, pero no recibió respuesta. Preocupado, el hombre pidió que fueran a ver si estaba bien. Es que la joven vivía en una casa en el mismo terreno que su abuela, de 97 años, y su cuidadora se acercó hasta allí.

El viernes, alrededor de las 15, descubrieron que a Damaris la habían asesinado. La autopsia ya fue realizada y los peritos anticiparon que la asfixiaron hasta matarla.

La joven estaba su habitación, sobre la cama y casi sin ropa. Tenía golpes en la cara y en cabeza. Por eso investigan si también fue víctima de un ataque sexual.

Damaris Iturres, en uno de sus videos subidos a TikTok.

Andrea Alegre (44), su mamá, todavía recorre oficinas tratando de recuperar el cuerpo para darle el último adiós. Va de la comisaría a la morgue y pasa por la casa velatoria, pero hasta ahora no pudo lograr despedir a su hija.

Damaris era la segunda de cinco hermanos de entre 27 y 11 años. Había tenido un hijo que no vivía con ella.

El jueves 12 de diciembre estuvo junto a sus amigos hasta las 21.15, confiaron fuentes de la investigación. Fueron ellos los que aportaron datos relevantes para la investigación.

Alertaron a la Policía de un vínculo reciente con un hombre que tenía reacciones violentas con ella. Hablaron de mensajes y llamadas con actitudes agresivas, también de relatos de la joven advirtiendo su preocupación.

Si bien por estas horas no está claro qué pasó con ella ni quién es el responsable de su muerte, los investigadores analizan el teléfono celular de la víctima para intentar determinar quién fue la última persona con la que acordó verse o con quién se comunicó.

Damaris Iturres (20) fue asesinada el viernes por la madrugada en su casa de San Fernando.

«Tengo dos días de franco, no me escribas«, había sido el último mensaje que le envió uno de los principales sospechosos del crimen.

Es que esta persona, un conductor de colectivos de la línea 343, tenía con Damaris una relación extramatrimonial que escondía de su familia.

Este lunes, los investigadores analizaban el teléfono celular de la víctima para encontrar sus últimas conversaciones y saber si -por ejemplo- se había citado con esta persona el día del crimen.

«Hay muchos mensajes eliminados por ella que no se pueden recuperar», admitieron fuentes del caso, algo que podría complicar la reconstrucción de sus últimos movimientos.

La víctima se describía como «promotora de imagen» y «ex bailarina» en sus redes sociales.

La familia de Damaris espera poder despedirla este martes, pero todavía no había confirmación oficial del resultado de la autopsia ni de cuándo podrán hacerlo.

El papá de la joven, Marcelo Iturres (67), es empleado del ferrocarril Mitre y sus compañeros se sumaron al pedido de justicia por el crimen de la joven.

«Acompañamos a la familia Iturres en este difícil momento y nos sumamos al pedido de justicia por el femicidio de Damaris Iturres«, postearon sus compañeros del ferrocarril.

El mensaje para la familia de Damaris Iturres.

Además, analizaban las cámaras de seguridad y los movimientos de las últimas personas que se vieron con ella para determinar quién entró a la casa de San Fernando.

La investigación está en manos del fiscal Jorge Nocetti, de la UFI de Género descentralizada de San Fernando.

EMJ

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