Menopausia: una situación vital natural con la que el 50% de la población mundial lidia durante su quinta o sexta década de vida. Pese a eso –aún hoy– sigue envuelta en mitos, tabúes y poca información médica y general. Para cambiar esa realidad, un terceto de mujeres conformó una ONG y una empresa dedicada a informar, divulgar y contener las problemáticas asociadas a estos años que, si no se atienden, pueden deteriorar, y mucho, la calidad de vida de la mujer durante su vejez.
“Hoy la palabra ‘menopausia’ todavía asusta”, le aseguró a este diario la ginecóloga María Victoría Pereiras Giuliano, profesional especializada en climaterio. “Muchas mujeres la asocian al fin de la vida, o a algo que se acaba. Y especialmente a la llamada “Generación X” –mayores de 40 años– es una idea que todavía se oculta, no se habla y da un poco de miedo”, aseguró. Esto es muy particular dado que las estadísticas demográficas muestran que, por delante de ese momento, tienen todavía tres o cuatro décadas de expectativa de buena calidad de vida.
“Me pasó a mí: a los 46 años empecé a tener algunos síntomas neurológicos. Eran como “nubes” mentales en medio de una conversación y pequeños olvidos pasajeros. También cambios de humor, le contó a PERFIL Miriam De Paoli, fundadora de la ONG y startup “No Pausa”, dedicada a difundir la temática de la menopausia. Y agregó: “me asusté mucho porque en mi rama paterna había varios antecedentes familiares de demencia senil. Así que consulté a varios médicos que no encontraban nada. Recién luego de varios meses y muchos estudios exhaustivos más tarde encontré información en internet y un profesional me dijo que mi tema neurológico podía estar asociado al desbalance hormonal de mi perimenopausia”.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Esta anécdota muestra claramente el desconocimiento: “usualmente el síntoma más popular y conocido, el que a las mujeres de la Generación X más les cuesta ‘ocultar’ a sus familias y pares, son los ‘calores’”. Pero resulta que encuestamos a más de 4.700 argentinas y el tema de “sofocos” no es –ni por lejos– el síntoma más reportado o molesto”, le aseguró a PERFIL Eliana Bracciaforte, otra de las responsables de esta organización.
Según la experta, de la investigación surgió que la situación más comentada por las mujeres fueron cambios en la libido y en el deseo sexual, con el 68% de menciones. Luego se mencionaron las “lagunas mentales” (66%) y los cambios de humor (65%). Los famosos sofocos recién ocupan el puesto número 11° de las preocupaciones de las mujeres en el climaterio”.
Liderazgos. Lo cierto es que la menopausia y sus molestias asociadas, que claramente pueden deteriorar la calidad de vida de la mujer que la atraviesa, se da en un momento particular: “suele llegar cuando la mujer está ocupando una posición importante, ya sea de liderazgo laboral o familiar. Y, cuando aparece sintomatología física y/o psicológica, –si no es bien abordada– las afecta particularmente a ellas y a su entorno”, dijo Bracciaforte.
Según Pereiras Giuliano, durante el climaterio cambia el balance hormonal y eso provoca que puedan aparecer los síntomas más conocidos. Pero, además, también aumenta el riesgo de que se inicien o aceleren algunas patologías comunes, como la osteoporosis, o enfermedades cardiovasculares. La osteoporosis no es algo menor: se calcula que el 50% de las mujeres mayores de 60 años sufrirán, al menos, una fractura osteoporótica en su vida, algo que puede acarrear complicaciones muy graves con el paso de los años.
La ginecóloga también recordó que “más allá de los famosos calores, las estadísticas nos marcan que –en esta etapa– el 80% de las mujeres registran sintomatologías relacionadas con su esfera neurocognitiva: desde insomnio a depresión y desde falta de ganas a alteraciones de la memoria, pasando por malhumor”.
Para la experta, “es un momento que debe ser bisagra, que podemos aprovechar para que la mujer cambie sus hábitos cotidianos por unos más saludables: eso es más que tomar una pastilla o usar un gel; incluye comenzar una nutrición adecuada para esta etapa; dejar atrás el sedentarismo y encarar otros cambios necesarios para afrontar –en las mejores condiciones de salud– las siguientes décadas de vida”.
Hablarlo. Una de las soluciones que proponen desde esta ONG es que el tema se instale más en la discusión pública. “Buscamos que se normalice y pueda hablarse en todos lados. En TV, en las redes sociales en la casa y en los ámbitos laborales, para que las mujeres que atraviesan esta etapa puedan dejar de sentirse solas. Que lo hagamos popular significa que se dejará de asociar con vejez, deterioro o con estar perfectas”, dijo De Paoli. Según la experta, en el climaterio las mujeres pueden estar bien y cuidarse con cambios de estilo y nuevos hábitos de vida”. Y finalizó: “queremos que toda la sociedad internalice que la menopausia no es una enfermedad ni un final. Más bien que la vea como un punto de entrada saludable para las tres o cuatro décadas de vida que cada mujer tiene por delante”.